
La Fórmula 2 de Palmer cuenta, además, con innovaciones técnicas que mejoran y agilizan los reglajes, lo que reduce la necesidad de tener a varios mecánicos siempre preparados en la pista. Miki Monrás, tercer clasificado actualmente en el campeonato, escucha atento los comentarios de Palmer: "En un campeonato normal, como la Fórmula 3 o la GP2, si un piloto quiere cambiar el reglaje de un alerón, entre al box, habla con su ingeniero y los mecánicos cambian el alerón. En Fórmula 2, cuando Miki quiere cambiar el alerón delantero, activa un pedal en el volante que automáticamente cambia la carga aerodinámica del alerón. Así damos más control al piloto en vez de al mecánico. Si un piloto quiere cambiar el equilibrio aerodinámico de su monoplaza, lo puede hacer él mismo".
TOTAL TRANSPARENCIA
Menos gente trabajando significa también menos problemas y menos gastos. Los ingenieros también escasean en la Fórmula 2. Y, además, no son siempre los mismos para los mismos pilotos: "Tenemos un ingeniero para tres coches. Pero en cada carrera cambian. Así evitamos que, si cada monoplaza tuviera el mismo ingeniero, unos sean mejores que otros. Es muy importante para dar igualdad de condiciones".
Además, eso facilita que el piloto aprenda a expresarse y a comunicar sus impresiones: "Hace que los pilotos desarrollen mejor su comunicación con los ingenieros. El piloto tiene que aprender a comunicarse, entender lo que hace su coche, saber cómo mejorarlo y hacérselo saber al ingeniero". El enfoque, como vemos, es bien distinto a la Fórmula 1: aquí el equipo no corre para tener un material más rápido que el rival; es el piloto quien tiene que marcar la diferencia. Y eso, evidentemente, reduce notablemente los costes y los presupuestos.
"En Fórmula 1, los equipos gastan mucho dinero en hacer un coche una décima de segundo más rápido que otro. En la Fórmula 2 no gastamos un solo céntimo en hacer un coche más rápido que otro. Todo el diseño es igual, excepto por los reglajes que hagan los pilotos". Y, además, la organización pone a disposición de todos los pilotos los datos arrojados por el monoplaza más rápido. Toda una declaración de intenciones sobre la transparencia del campeonato: "En otras competiciones como la Fórmula 3 o la GP2 en realidad no puedes comparar tu rendimiento al de nadie. En Fórmula 2, cada piloto puede ver sus propios datos y también los últimos del coche más rápido. Estamos tan seguros de la igualdad de rendimiento de los motores que el piloto puede ver que su velocidad y la del más rápido en la recta son casi idénticas".
Efectivamente, si echamos un vistazo a las tablas clasificatorias de cada carrera, descubrimos que las velocidades de los diez primeros clasificados a penas varían en dos kilómetros por hora. Los mejores tiempos de los diez primeros clasificados sólo varían en las centésimas. "Por pilotaje, las diferencias están en las frenadas, en las velocidades mínimas por curva o cosas así. Es una gran oportunidad para que el piloto aprenda". Pero qué pasa si un motor pierde rendimiento o empieza a fallar. Palmer asegura que jamás ha habido ningún problema al respecto: "Si vemos que uno es algo más lento en la recta, miraremos con cuidado el motor, los datos, nos preguntaremos por qué, e incluso pensaremos en cambiarlo antes de que el piloto se dé cuenta. Igual pasa al contrario: si un piloto ve algún problema, lo miraremos y cambiaremos el motor. Tenemos una relación muy abierta y cordial", asegura Palmer. "Este es un campeonato transparente como ningún otro".

FÓRMULA 2: MOTOR HUMANO
El piloto se siente importante. Y es que un piloto que empieza a abrirse camino en el automovilismo, donde muchas veces se confunden máquinas con humanos, puede caer en la frialdad y apagar su corazón para encender el motor y dejarse llevar. Pero no será en la Fórmula 2.
Aquí se espera de él que marque la diferencia, que pise el acelerador donde otros levanten el pie, o que frene en el último momento posible. Así se forjan los campeones. Así lo piensa Palmer: "Ayudamos a los pilotos a ser realistas. Que no piensen que no son rápidos por los reglajes, pues todos saben qué tipo lleva cada uno, o que es porque el motor no es bueno. Cada piloto puede ver en vídeo su cámara subjetiva después de cada sesión, y también la del más rápido. Así pueden ver cómo ha pilotado el más rápido y aprender".
Estamos, sin duda, ante una escuela práctica organizada por todo lo alto, con cobertura televisiva y una de las páginas oficiales de Internet más completas: "La página oficial del campeonato ofrece cobertura en directo de cada carrera, vídeos de las ruedas de prensa y toda la información posible", recalca Palmer. En una era donde la comunicación es instantánea y mundial, la Fórmula 2 se ha subido al tren de alta velocidad de las nuevas tecnologías mediáticas.
LA FÓRMULA 2 SUEÑA CON FÓRMULA 1

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